Por su interés para los componentes de nuestro coro y de todos aquellos otros que participan de la actividad coral recojo este artículo recientemente publicado
Investigadores suecos demuestran que el ritmo cardiaco de los miembros de
un coro se acompasa hasta el punto de acelerarse o ralentizarse con la
evolución de la melodía
FERMÍN
APEZTEGUIA ( El Correo Digital)
La
música posiblemente sea mejor para el corazón de lo que se supone. Un grupo
de investigadores suecos que analiza sus beneficios terapéuticos ha descubierto
que el ritmo cardiaco de los miembros de un coro se coordina de tal manera que
llega a acelerarse o relantizarse al mismo tiempo, en función de las
evoluciones de la melodía que cantan. La canción se acelera, sus corazones
también. Que cambian a una suite, la cadencia de los latidos se ralentiza.
El
causante de que el corazón de los cantantes funcione casi como una batería,
acompasando a los distintos miembros del grupo es el nervio vago, que nace en
el bulbo raquídeo y activa el corazón, además de la faringe, el esófago, la
laringe, los bronquios, el estómago, el hígado y las vísceras. Según informa la
agencia de noticias científicas SINC, dependiente del Ministerio de Economía,
esta fibra se activa durante la exhalación y se desactiva con la inhalación, lo
que influye en la marcha del músculo cardiaco. La conexión directa entre el
nervio vago y el corazón es la que consigue que los corazones de los miembros
de una banda o de un coro latan al mismo compás.
La música posiblemente sea mejor para el corazón de lo que se supone |
La
investigación, publicada en ‘Frontiers of Neuroscience’, forma parte de un
proyecto más amplio bautizado como ‘Partitura del cuerpo’, que estudia la
influencia de la música en la salud humana, desde el punto de vista biológico.
Los cientíticos se han propuesto descubrir posibles aplicaciones de este arte
en el campo de la medicina preventiva e incluso en el de la rehabilitación.
Según creen, la música podría ayudar tanto a reducir el dolor y la ansiedad
antes de una operación como a aumentar la motivación de los pacientes que han
de someterse a terapias de rehabilitación.
"Cantar,- detalla el
responsable del estudio Björn Vickhoff- regula la actividad del nervio vago,
que está implicado en nuestra vida emocional y en la comunicación humana".
Los autores del estudio también defienden que los rituales sincronizados, como
los cánticos típicos de determinadas fechas del año, "contribuyen a la
solidaridad del grupo". "El canto en grupo -añaden- es una expresión
de voluntad colectiva. No hay más que pensar en los estadios de fútbol, las
canciones de trabajo, los himnos, coros religiosos o desfiles militares"
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