Era un día de mucho calor en Tucumán...Don Ata iba camino al cerro San Javier con amigos y escuchando el canto de un grillo compuso esta bella zamba...
Atahualpa no nació Yupanqui, sino Héctor Roberto Chavero Aranburu. Lo trajo al mundo la vasca Higinia Aranburu en la localidad de Campo Cruz, partido de Pergamino, provincia de Buenos Aires el último día de Enero de 1908. Atahualpa explicó su procedencia en el libro autobiográfico "El canto del viento". Según el artista, por sus venas corrían trescientos años de historia americana, en una mezcla interesante de indios, criollos y vascos. Y siempre se sintió muy orgulloso de su origen.
En el siguiente poema de Atahualpa Yupanqui nos topamos con el reconocimiento del hijo a la madre. Lo tituló "Madre vasca" y lo cantó en muchos escenarios del mundo.
(Josemari Velez de Mendizabal)
Qué nombre tendrán las piedras
que le vieron caminar
a mi madre cuando niña
o pastorcilla quizás.
El árbol a cuya sombra
descansó ¿dónde estará?
¡Qué bueno si lo encontrara
para rezar o llorar!
He de llegar algún día
en tierra vasca a cantar
¡Ay madre! Desde muy lejos
en mis coplas volverás.
Tu sangre dentro de mis venas
como un árbol crecerá,
Y el viento, que es generoso
su árbol me enseñará.
Qué bueno si lo encontrara
para rezar o llorar.
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