Un artículo de Isabel Ibáñez publicado en El Correo Digital
La Iglesia Católica conmemora el 22 de noviembre, este sábado, la muerte de Santa Cecilia, una mujer de familia noble que falleció en un año indeterminado entre el 180 y el 230 de nuestra era después de ser torturada por su conversión al cristianismo. En 1594, el papa Gregorio XIII la nombró patrona de los músicos, y así sigue siendo hasta hoy. Al parecer, buena parte de su historia se conoce gracias a la aparición a mediados del siglo V de unos textos llamados ‘Actas del martirio de Santa Cecilia’. En ellos se indica que la joven se convirtió al cristianismo y que sus padres la casaron con un noble pagano al que, en la misma noche de bodas, la novia hace saber que se ha entregado a Dios. Con esto quiere decir que guarda su virginidad para Él y que ésta es custodiada por un ángel. Como es natural, el extrañado novio quiere ver al ser alado, y Cecilia le convence de que sólo se le aparecerá si se bautiza, cosa que acaba por suceder y el hombre acaba convertido a la fe de su amada esposa.
No corrían buenos tiempos en Roma para los cristianos y fueron
condenados a morir de formas aberrantes. En el caso de Cecilia, primero
lo intentaron en las termas de su propia casa, tratando de ahogarla con
el vapor sin conseguirlo. Luego, llamaron a un verdugo para que le
cortara la cabeza: la historia dice que éste dejó caer tres veces su
hacha sobre ella sin conseguirlo, con lo que huyó despavorido
abandonando a la joven ensangrentada pero viva. Aunque quedó maltrecha y
murió finalmente tres días después. De ahí que en algunas obras de arte
se la represente ya cadáver con un tajo en su cuello, como en la
escultura en mármol de Stéfano Maderno (1576-1636), que se encuentra en
en la iglesia de Santa Cecilia en Roma, donde supuestamente reposan sus
restos. En muchos cuadros se la ve, sin embargo, entre instrumentos
musicales, comúnmente tocando un órgano. Pero... ¿sabía tocar santa
Cecilia? ¿Por qué es la patrona de los músicos?
Una imagen típica de la santa, tocando el órgano. |
Una explicación se basa en que, según dicen, la chica se dedicó
internamente a cantar a Dios mientras los músicos tocaban en su boda,
acordada por sus padres, aunque parece una explicación insuficiente. El
Papa que la nombró patrona, dijo que había “demostrado una atracción
irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos. Su
espíritu sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en
símbolo de la música”. Pero el director de orquesta venezolano y
profesor de historia de la música Jesús Ignacio Pérez-Perazzo apunta los
que a su juicio son los dos argumentos más plausibles para ello. En
primer lugar, “el hecho más probable para que se le relacione con la
música es que desde muy joven, y de acuerdo con las costumbres y
tradiciones de las familias patricias romanas, Cecilia debió iniciarse y
tocar algún instrumento musical, probablemente la lira, la cítara o
algún tipo de arpa de las utilizadas por las damas de la sociedad
romana”.
Y a esto le añade que en las citadas ‘Actas del martirio’ está
escrito ‘Candéntibus órganis Cæcilia Dómino decantábat dicens…’, lo que
quiere decir: ‘Mientras estaba el horno al rojo vivo (las termas de su
casa donde intentaron asfixiarla), Cecilia cantaba al Señor diciendo…’.
La tesis de Pérez-Perazzo es que en algún momento la persona que realizó
la trascripción “tradujo la palabra ‘órgano’ –que por aquel entonces,
en el siglo III, se empleaba para referirse a una especie de fuelle,
herramienta o utensilio para hacer insuflar algo, por el neologismo que
nombra al instrumento musical actual que derivó del ‘hydraulis’
utilizado por los romanos para animar las festividades del circo
romano”. De ahí los numerosos cuadros que la muestran tocando el órgano.
Es una hipótesis. En cualquier caso, el 22 de noviembre, es decir,
este sábado, los músicos seguirán celebrando el día de su patrona.