martes, 10 de diciembre de 2013

CORAZONES QUE LATEN AL COMPÁS


Por su interés para los componentes de nuestro coro y de todos aquellos otros que participan de la actividad coral recojo este artículo recientemente publicado


Investigadores suecos demuestran que el ritmo cardiaco de los miembros de un coro se acompasa hasta el punto de acelerarse o ralentizarse con la evolución de la melodía
FERMÍN APEZTEGUIA ( El Correo Digital)

La música posiblemente sea mejor para el corazón de lo que se supone. Un grupo de investigadores suecos que analiza sus beneficios terapéuticos ha descubierto que el ritmo cardiaco de los miembros de un coro se coordina de tal manera que llega a acelerarse o relantizarse al mismo tiempo, en función de las evoluciones de la melodía que cantan. La canción se acelera, sus corazones también. Que cambian a una suite, la cadencia de los latidos se ralentiza.
El causante de que el corazón de los cantantes funcione casi como una batería, acompasando a los distintos miembros del grupo es el nervio vago, que nace en el bulbo raquídeo y activa el corazón, además de la faringe, el esófago, la laringe, los bronquios, el estómago, el hígado y las vísceras. Según informa la agencia de noticias científicas SINC, dependiente del Ministerio de Economía, esta fibra se activa durante la exhalación y se desactiva con la inhalación, lo que influye en la marcha del músculo cardiaco. La conexión directa entre el nervio vago y el corazón es la que consigue que los corazones de los miembros de una banda o de un coro latan al mismo compás.

La música posiblemente sea mejor para el corazón de lo que se supone

La investigación, publicada en ‘Frontiers of Neuroscience’, forma parte de un proyecto más amplio bautizado como ‘Partitura del cuerpo’, que estudia la influencia de la música en la salud humana, desde el punto de vista biológico. Los cientíticos se han propuesto descubrir posibles aplicaciones de este arte en el campo de la medicina preventiva e incluso en el de la rehabilitación. Según creen, la música podría ayudar tanto a reducir el dolor y la ansiedad antes de una operación como a aumentar la motivación de los pacientes que han de someterse a terapias de rehabilitación.
            "Cantar,- detalla el responsable del estudio Björn Vickhoff- regula la actividad del nervio vago, que está implicado en nuestra vida emocional y en la comunicación humana". Los autores del estudio también defienden que los rituales sincronizados, como los cánticos típicos de determinadas fechas del año, "contribuyen a la solidaridad del grupo". "El canto en grupo -añaden- es una expresión de voluntad colectiva. No hay más que pensar en los estadios de fútbol, las canciones de trabajo, los himnos, coros religiosos o desfiles militares"

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